En jardinería se utiliza sin restricciones, a diferencia de otros fitosanitarios con efectos más agresivos. Esto supone que sea muy empleado para el control precoz del pulgón, la cochinilla, la mosca blanca, los trips y otros insectos de cutícula blanda.

Además, tiene un efecto limpiador sobre las hojas muy interesante: lava los residuos de melaza generados por los insectos, evitando la aparición de la negrilla. También es útil para combatir este hongo al inicio de la infección.

Los ácaros tampoco escapan a su efecto, siendo muy competente contra la araña roja.

Como ves, casi todo son ventajas con el jabón potásico: es biodegradable e inocuo. Para colmo, de rebote, es una fuente de potasio para las plantas.

Este plaguicida ecológico actúa por contacto; reblandeciendo la cutícula protectora de los parásitos, que utilizan además para respirar. Provoca la asfixia de éstos, sin dañar a otros insectos beneficiosos como las abejas o sus propios predadores naturales, útiles también para controlar la plaga.


A causa de su mecanismo de actuación, deberás ser meticuloso y aplicar bien el producto por toda la superficie de la planta, intentando alcanzar al mayor número de individuos. Pon especial atención en las partes en crecimiento, donde los tejidos son más tiernos, y no te olvides del envés de las hojas; allí es donde más encontrarás.

El mejor momento para realizar el tratamiento será a la salida o la puesta del sol, en ausencia de viento y de lluvia que lave la aplicación.

Serán convenientes varios tratamientos para controlar la plaga. Lo ideal es repetirlos entre 3 y 4 veces, dejando una semana de descanso entre ellos.

JABON POTÁSICO

$950,00
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Además, tiene un efecto limpiador sobre las hojas muy interesante: lava los residuos de melaza generados por los insectos, evitando la aparición de la negrilla. También es útil para combatir este hongo al inicio de la infección.

Los ácaros tampoco escapan a su efecto, siendo muy competente contra la araña roja.

Como ves, casi todo son ventajas con el jabón potásico: es biodegradable e inocuo. Para colmo, de rebote, es una fuente de potasio para las plantas.

Este plaguicida ecológico actúa por contacto; reblandeciendo la cutícula protectora de los parásitos, que utilizan además para respirar. Provoca la asfixia de éstos, sin dañar a otros insectos beneficiosos como las abejas o sus propios predadores naturales, útiles también para controlar la plaga.


A causa de su mecanismo de actuación, deberás ser meticuloso y aplicar bien el producto por toda la superficie de la planta, intentando alcanzar al mayor número de individuos. Pon especial atención en las partes en crecimiento, donde los tejidos son más tiernos, y no te olvides del envés de las hojas; allí es donde más encontrarás.

El mejor momento para realizar el tratamiento será a la salida o la puesta del sol, en ausencia de viento y de lluvia que lave la aplicación.

Serán convenientes varios tratamientos para controlar la plaga. Lo ideal es repetirlos entre 3 y 4 veces, dejando una semana de descanso entre ellos.